lunes, 15 de septiembre de 2025

Contrastes 🖋️ - Querétaro: la pizza 🍕 fría de Morena y la disciplina del PAN

Querétaro siempre ha sido un estado donde la política se juega en serio, con resultados en la mesa y no con improvisaciones. La más reciente visita de la presidenta Claudia Sheinbaum lo dejó en claro: Acción Nacional muestra institucionalidad, liderazgo y organización; Morena, en cambio, exhibe su ya habitual capacidad de hacer ruido sin lograr estructura.

El gobernador Mauricio Kuri hizo lo que un estadista debe hacer: acudir al informe de la presidenta. Pudo quedarse en casa y evitar riesgos, pero eligió estar ahí, dar la cara y, de paso, demostrar que la política queretana tiene oficio. El mensaje fue claro: Querétaro respeta las instituciones, incluso cuando las dirige un partido adversario. Y la escena final, con Sheinbaum saliendo tomada del brazo de Kuri, fue más elocuente que cualquier discurso.

Mientras tanto, los morenistas locales se dedicaron a arruinar su propia fiesta. La ya célebre “operación pizza” quedará para el anecdotario: citaron a la gente para acarrearla en camiones, pero los asistentes llegaron dos horas tarde, pese al incentivo de pizza y agua. Una logística tan desastrosa que ni para mitin escolar alcanzaba.

Y el problema no fue solo de organización. Morena en Querétaro sigue siendo humo. Sheinbaum evitó saludar a sus cuadros locales; no hubo foto, ni espaldarazo, ni siquiera un gesto de respaldo. Sus liderazgos —entre ellos nombres ligados a escándalos inmobiliarios, huachicol y desvíos— cargan más con historiales oscuros que con propuestas. En lugar de proyecto político, parecen un club social de reciclados.

El contraste con el PAN es abismal. El partido avanza en la renovación de sus comités municipales con alta participación, mostrando unidad y proyección hacia 2027. En lo local, sus gobiernos responden con hechos:

Felifer Macías, alcalde capitalino, no solo salió aprobado en el “aplausómetro”, sino que capitaliza apoyo ciudadano real.

Chepe Guerrero en Corregidora presume transporte escolar gratuito, seguridad reforzada y programas sociales efectivos como Cero Hambre.

Roberto Cabrera en San Juan del Río adelgaza nómina y ajusta su gabinete con visión administrativa.

Acción Nacional, lejos de dormirse en sus laureles, construye institucionalidad. Morena, en cambio, se consume entre pleitos internos y liderazgos cuestionados.

Incluso en temas cruciales como el agua, la diferencia es clara. El proyecto hídrico de El Batán, que buscaba garantizar abasto para la zona metropolitana, fue bloqueado por Morena en el Congreso local sin presentar alternativa alguna. Kuri lo dio por muerto, pero dejó la pelota en la cancha: ¿quién cargará con el juicio social cuando llegue la crisis hídrica?

Lo vivido en el Centro de Congresos no fue solo un evento político; fue un diagnóstico. Querétaro tiene un gobierno que da resultados y un partido —el PAN— que se prepara para el futuro con disciplina. Del otro lado, un Morena que ni con pizza caliente logra sumar, y que en Querétaro no es oposición seria, sino ruido de fondo.

La conclusión es sencilla: mientras Acción Nacional sigue construyendo un proyecto sólido y con interlocución real, Morena parece empeñado en escribir su epitafio político en la entidad. Porque, al final, en Querétaro la política no se improvisa. Y mucho menos se sirve fría, como la pizza de Morena. 

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